Estimados amigos estuve reflexionando en la persona de Adolfo Hitler que es conocido como el líder del partido nazi, con sus siglas en alemán NSDAP. También se le aprecia como el hombre que reivindicó al Estado Alemán de las sanciones impuestas  en el Tratado de Versalles, o también como el que desencadenó la guerra en Europa dejando como  resultado decenas de millones de muertos, y sin duda alguna como el hombre responsable del genocidio,  particularmente antisemita más encarnizado de la historia; saqueando, despojando, confinando, asesinando ,expulsando y  torturando a muchísimos judíos, usando para tal efecto la parche de tela de la estrella de David cosida a la ropa para identificación pública. Para todo lo anterior tuvo una organización altamente sofisticada y eficiente conocida como Gestapo y un responsable llamado Heinrich Himmler al frente de esa organización de terror, y todo esto justificado por el texto titulado “MI LUCHA” así como de sus derivaciones ideológicas más aberrantes.

Pero amigos, la historia no deja de sorprendernos cuando descubrimos que en el siglo XV en España durante el reinado de los reyes católicos se llevaron a efecto las mismas prácticas de terror , instauradas bajo las mismas premisas contra una minoría, también judía y judeoconversa por parte de otra organización llamada Santo Oficio o Inquisición, la cual del mismo modo, los señaló con la estrella de David, los expulsó del país, torturó, ejecutó, confinó , despojó y por supuesto al igual que Hitler les quemó sus libros para borrar toda herencia cultural y todo lo anterior justificado por una bula papal “EXIGIR SINCERAE DEVOTIONIS AFECTUOSO”.

La líder y monarca de todo esto fue Isabel de Castilla conocida también como la católica, por su gran devoción y religiosidad e igual que Adolfo, también fue reconocida como la mujer que hizo grandes cosas para España así mismo tuvo su organización terrorífica y de encargado al llamado Fray Tomás de Torquemada que no solo operó en la península ibérica sino se extendió a América y Asia y fue responsable de la maquinaria de otros genocidios.

Es por eso que digo que Hitler no fue un tipo tan original, lo que sí es de sorprender, es que existan calles, avenidas o instituciones con el nombre de Isabel la Católica, por lo que no debería extrañarnos que en un futuro hubiese alguna calle Adolfo Hitler. Para muchos debería ser absurdo, pero parece que siempre hay personas y con poder que sin importar las conductas de los gobernantes se dedican al culto de las personalidades. Es por eso que los museos dedicados a los holocaustos, genocidios y crímenes contra la humanidad deberían hacer una revisión y ampliación temática de sus exposiciones, aunque no estoy seguro si les alcanzaría el espacio para cubrir toda la barbarie humana, mientras tanto como sociedad estar atentos a las inclinaciones de los actores políticos de todos lados.  Probablemente mejor sería que las calles tuvieran otros nombres como Azucena, Miel, Amor.

¿Usted qué opina querido lector?

 

Autor:

Dr. Pedro Ardines Limonchi